Ya en Bolivia es inevitable no ir a Copacabana y luego a la Isla del Sol. El lago Titicaca resplandece de nuevo frente a mis ojos. ( ...¿en esta época del año, a esta hora del día, en esta parte del mundo? Si...)

  Inspector Archundia: Si, mejor me voy...ayy ¿qué es ese resplandor? Skinner: aurora boreal...
Inspector Archundia: eh...¿aurora boreal? ¿en esta epoca del año, a esta hora del dia, en esta parte del mundo y ubicado especificamente en su cocina? Skinner: si.
Inspector Archundia: ...¿ puedo verla? Skinner: no.
Ines: Seymour... ¡se está quemando la casa! Skinner: no mamá, son las luces del norte (?)...  

Pequeña ciudad construida con polvo de piedra volcánica. Arequipa mon amour, vieja.

La vieja Lima fue como visitar a un viejo amigo de la adolescencia...

Las ruinas preincaicas de Chan-Chan en Trujillo, costa norte del Perú.

Vilcabamba sí, y la despedida de Fer y del Ecuador. Este pueblo es famoso por la longevidad de sus habitantes, nosotros nos hicimos famosos por detonar baños. Aire puro.

Encuentro breve en la ciudad de Guayaquil, otro histórico de la patria grande.

Última playa de la costa ecuatorial: Montañitas. Y lo mejor de todo, como siempre, los amigos viajantes.